El rigor que se merece

por Silvia Echeverría

"Ahora o nunca"

Además de la experiencia acumulada, una serie de circunstancias la empujaron definitivamente a emprender con un proyecto propio. “Llegó la maternidad en un momento en el que cada vez era más consciente de un cambio generalizado en los parámetros de consumo que afectaba todos los sectores. Sin ir más lejos, en la industria del calzado empezaban a nacer empresas de la categoría minimalista, traducida aquí como respetuosa. Me dije: es ahora o nunca”.

Después de ocho meses de mucho trabajo “técnico y burocrático”, en septiembre NAW (Natural Active Wear) se hizo realidad en San Sebastián. Como primeros apoyos, Echeverría destaca la ayuda prestada por BIC Gipuzkoa y otras instituciones, además del impulso recibido desde los Fondos Next Generation EU, cuyas bases casan bien con la filosofía de la empresa: salud, economía circular, proximidad y relocalización industrial.

Cambio cultural

A nivel comercial, la oportunidad es grande. “Ofrecer nuevas opciones de calzado deportivo para los niños era casi una obligación”. La emprendedora opina que hemos vivido demasiado tiempo anclados a la cultura deportivo-marketiniana de los años 70, cuando las grandes firmas empezaron a transmitirnos que deporte era sinónimo de progreso, masculinidad y rendimiento. “Después han dado entrada a la mujer y, en último término, a los niños, pero la oferta no deja de ser una réplica en miniatura de lo que llevan sus padres; un producto más cerca del capricho de los mayores que de las verdaderas necesidades de los niños”.    

Más innovación y economía circular

Fiel a su condición de calzado deportivo, NAW ha desarrollado y registrado un modelo de utilidad en la parte del antepié formado por varios cilindros huecos con un espesor muy concreto. “Los cilindros funcionan como una trama y favorecen la disipación de la carga en cada pisada”. Echeverría pone el acento en el diseño industrial de las suelas con un único material, una visión que la aproxima de nuevo a la arquitectura. “El calzado deportivo suele mezclar materiales distintos para el agarre, la amortiguación o disipar fuerzas”.

La homogeneidad del material favorece que el proyecto conecte con la economía circular. NAW colabora con CETIA, plataforma de innovación dedicada a la reciclabilidad de artículos textiles y de cuero. Ubicado en Hendaya, es uno de los pocos espacios que dispone de maquinaria para tratar desechos del calzado. En sus instalaciones, la parte de arriba de las zapatillas -sin cordones y con velcro, elaborada con material light knit- será separada de la suela, que a la postre se convertirá en solado de parques infantiles gracias a la cooperación con una empresa de Zarautz. Las zapatillas usadas podrán ser enviadas gratuitamente desde cualquier punto Nacex.

“El calzado respetuoso ha existido siempre, pero a muy pequeña escala. No salía de círculos reducidos”, asegura su fundadora. “Ahora las cosas han cambiado. Existe un respeto creciente hacia el desarrollo natural del niño. Es una cuestión de evolución social”.